jueves, 14 de mayo de 2015

Me abandono al placer de mirar sus ojos,
de sentir el vaivén de su cuerpo,
de saber que no me queda más espacio,
que estoy completamente llena.
Me dejo llevar por la sensaciones,
volando cada vez más alto,
buscando el aire a tientas,
sin saber dónde acaba o empieza.
Que haga conmigo lo que quiera,
que me rompa, me vacíe,
que me lleve o me traiga...
Para mí, todos esos momentos
no son de rendición sino de victoria.

03-11-2002