miércoles, 16 de septiembre de 2015

SIN TITULO

De tu cabeza,
de tu carne,
de tus manos
anda mi vida colgada.
De tus sonrisas,
de tus caricias,
casi todas inventadas,
se alimentan mis noches.
De tus miradas,
de tus ausencias,
de lo poco que se
se duelen mis días

27-10-14

Mjo

APRENDIZAJE

Si tienes que escribir algo, si realmente quieres escribir algo, que sea un tema sobre el que sabes. No te empeñes en buscar en libros una línea, un párrafo que te de una idea porque, tarde o temprano, te perderás en ella y quedarás en ridículo. Empezarás mil y un relatos y en todos fracasarás, porque no será tu voz la que hable sino la de alguien a quien no conoces.

Busca en tu interior. Habla de tu experiencia, de tus heridas abiertas y las cicatrices que llevas contigo, de tus amaneceres más felices y tus puestas de sol más tristes, de tus amigos y enemigos, de los sueños rotos y aquellos que siguen intactos. Habla, en fin, de tu vida tal y como la estás viviendo y, si te apetece, de cómo quisieras vivirla. Si a nadie le interesa, tal vez tú le encuentres utilidad un día. Algunas cosas se comprenden mejor cuando las lees sobre papel. Y de postre ¿quién sabe? Igual aprendes.

Un buen día, algunos años más tarde, te dará por repasar aquellas páginas en las que volcaste tu alma y te sorprenderá descubrir que todo quedó atrás y valió la pena; que a pesar de no ver la salida, conseguiste cruzar el túnel a ciegas y saliste al otro lado, a la luz, con la piel casi intacta. Y que, efectivamente, has aprendido todas tus lecciones porque, al levantar la vista y mirar a tu alrededor, tendrás todo aquello que siempre deseaste y jamás pensaste que pudieras tener. Y se te escaparán las sonrisas, y quizá alguna lágrima, al reconocer que cada bache del camino, cada puerta que se te cerró, cada caída, cada noche en blanco, cada "¿Y si...?" y todos los "¿por qué no yo?" no eran más que un paso adelante en la dirección correcta. Algunos viajes son largos y accidentados; otros, breves y placenteros, pero no importa si te llevan hasta tu destino.

Es el final lo que cuenta, no el principio.

Mjo