jueves, 14 de julio de 2016

PRINCIPIO Y FIN


Finales.

Felices, neutros, tristes, trágicos. Definitivos o temporales. Finales.

Estoy viendo "Cites", una serie de TV3, la televisión pública catalana, que gira alrededor de las relaciones 2.0. Vamos, que hablan de gente que se conoce a través de una aplicación de móvil para buscar pareja o, simplemente, alguien a quien tirarse. Algunas se estropean con la primera frase, al primer saludo, después de la primera mirada. Otras evolucionan, de una manera u otra, para consolidarse o acabar sin posibilidad de enlace. Hay embarazos inesperados, amantes vocacionales y follamigos que acaban por dejar de serlo. Heteros, lesbianas o gays. El amor es el amor, da igual con qué lo vistas o cómo quieras llamarlo. Carnal, espiritual, imposible, cierto, soñado, aburrido, mentiroso, oculto, rosa o negro o azul o amarillo. Profundo. Superficial. Inútil. Necesario. Libre. Esclavo. Amor. No importa el adjetivo que le quieras poner. Es amor, siempre. Y punto.

Porque acabe como acabe, lo que importa es que empiece.

Mjo