domingo, 28 de noviembre de 2021

MIRADAS

¿Cómo nos vemos?

A través de los ojos de los demás.
 
Siempre. Constantemente.
  
Y si no nos miran, si no nos ven, ¿existimos?

Nos buscamos en otros ojos, indagamos en la imagen de nosotros que nos devuelven y tratamos de cumplir con ella, seamos o no así, queramos o no.

Es increíble lo fácil que resulta cambiar la forma en que nos percibimos a partir de una opinión externa. El trabajo que haces para reconocerte y actuar en consecuencia es mucho y, en ocasiones, sólo es necesaria una frase para, al menos, hacerte dudar de todo lo que creías cierto.

Al final del día, te miras al espejo y no tienes ni idea de quién es el desconocido que te devuelve la mirada. Te buscas y no te encuentras porque, en realidad, no sabes quién eres. O qué eres. Y te sientes nadie, nada.

Somos la suma de las presencias y las ausencias de nuestras vidas, de la gente que se pasea o no por ella, de las palabras que nos dicen y también de las que se callan, de miradas que mienten, de caricias que se clavan, de recuerdos a los que recurrimos para no morir en el naufragio, de promesas que parecen verdaderas y nunca se hacen realidad, de sueños que aparecen a traición y te dejan el corazón molido.

Somos, en fin, un conjunto de moléculas con forma humana que vive y, a veces, sobrevive.

Que no es poco.


Mjo
28-11-2021

jueves, 11 de noviembre de 2021

MIENTRAS SUENE LA MÚSICA...

Hay algo absolutamente perverso en los recuerdos, sobre todo en esos que creías olvidados y un día cualquiera, sin previo aviso, te saltan al cuello y amenazan con ahogarte. 

Esta noche había quedado con un amigo, pero ha tenido un percance y hemos tenido que dejarlo para otra ocasión. Como la noticia me ha llegado a un paso de su casa, he dado media vuelta y he cogido un autobús hasta la estación del tren. Cuando he subido, me he sentado, he sacado el ebook y he empezado a leer. De repente, he mirado por la ventanilla y lo que veía al otro lado me resultaba familiar. "Yo esto lo conozco", he pensado, cosa rara porque no suelo ir por esa zona desde hace años. Pero sí, esa plaza me sonaba, y aquella fachada impresionante y la avenida y la curva exagerada y... Y entonces, se hizo la luz y cai en la cuenta de dónde estaba y por qué lo conocía todo tan bien. 

SÁBADO, SABADETE

 

- Cariño, hoy querré helado después de cenar. – dijo Anselmo, parapetado detrás de su periódico-. No te olvides de comprarlo – Hizo una pausa y asomó su redondo rostro por encima de las páginas impresas. Sonreía, visiblemente satisfecho consigo mismo-. De fresa y nata, por favor, es mi favorito.

- ¿Hoy? - preguntó Matilde, que estaba recogiendo la mesa después del desayuno.

- ¿Es sábado? - Su esposa asintió y clavó los ojos en el bordado del mantel, para no ver el ceño fruncido de su marido-. Entonces sí, hoy. No hagas preguntas estúpidas, querida, ya sabes cuánto lo detesto.

- Sí, lo siento. Es que ha sido una semana muy ajetreada y... - Anselmo resopló con impaciencia y volvió a concentrarse en la sección de deportes. Su equipo estaba a punto de descender de categoría, lo cual le importaba mucho más que las tonterías de su mujer-. De fresa y nata, claro. No lo olvidaré.