viernes, 15 de noviembre de 2019

ESCRITURA AUTOMATICA

"... follarte en voz baja
o hacer el amor a gritos" (Marwan)

... y todo en el corto espacio de una noche que va de sábado a domingo. O en una tarde de viernes, perezosa y aturdida, sin prisa ni pausa. Y repetir por el simple placer de hacerlo, porque lo pide el cuerpo y lo necesita el alma. Despedirse cuando sea, sin reproches ni exigencias, con un abrazo suave y un beso lento, hasta la próxima vez. Porque sabemos que habrá una próxima vez y otra y quizá otra...

Algunas cosas se saben.

Otras, además, se desean.

Mjo
Nov'2019


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Que se quede conmigo. Que no se vaya nunca. O que se vaya por la mañana y vuelva por la noche, con la sonrisa cansada y ganas de que le abrace. Que duerma a mi lado, que despierte antes y se levante primero, dejando la cama entera para mi uso y disfrute. Que prepare café para cuando yo salga y me hable (lo justo pero que me hable) mientras me tomo una taza acurrucada en el sofá. Que al filo de las siete y media me lleve de vuelta a la cama, me quite la ropa y el sueño, que me encienda las ganas y me folle a su ritmo, hasta que el alma se me vaya en gritos justo antes de que yo le haga gritar. Que se tumbe a  mi lado, su mano en mi estómago, mi cabeza en su hombro, las piernas enredadas, mientras vuelve la calma. Que salga conmigo, que me acompañe hasta el trabajo y se despida de mi con un beso y un "sé buena" que suene a promesa de pecado y me clave una sonrisa en la boca para lo que queda del día.

Y así, cada día.

(Porque desear es gratis y soñar, también)

Mjo
Nov'2019




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