Lo diré todo sin importarme nada y quizá cuando se me acaben las palabras y sólo me quede el silencio y tus miradas, de media vuelta y me vaya. Para no escuchar tu negativa o para obligarte a seguirme? No lo sé pero ese día, ese momento, será un cataclismo que cambiará mi vida y quién sabe si no la tuya. Hasta que llegue, seguiré llenando el dique con nuestras conversaciones de puntillas, tus sonrisas de diablo burlón, los guiños cómplices, los roces al pasar y esas miradas que me aflojan las rodillas y me aceleran el corazón.
Y después... que se acabe el mundo o siga amaneciendo. Lo que no nos mata, nos hace más fuertes, aunque a veces no seamos capaces de verlo.
Mjo
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